Hoy me he puesto a pensar qué ha significado para mí el haber hecho caso a mis hijos para incorporarme a las nuevas técnicas de comunicación. Nunca pensé que con 73 años lo lograría, pero la verdad es que a pesar de mis fallos, lo estoy conseguiendo.

Tengo bastante familia viviendo fuera de mi entorno. La vida de mi hermano y sobrinos, que viven en el extranjero, la he seguido a través de alguna llamada telefónica o algunas fotos que llegaban por carta. Ahora, gracias a Facebook, estoy al día de todos sus acontecimientos En fin, que a estas alturas de mi vida he recuperado una familia que perdí cuando tenía 22 años. El sábado pasado mismamente, estuve en plena conversación por Facebook con mi sobrinas, una en Carolina del Sur, otra en Arizona, otra en Londres, mi nuera en Madrid y yo en San Martín de la Vega. Nos echamos unas buenas risas, si me lo cuentan hace unos meses, no me lo creo.

¡Y qué decir del Whatsapp! Los “guachapas” como yo los llamo me mantienen en constante comunicación con mis hijos y nietos. Me mandan muchas fotos y un montón de chistes que me sirven para sonreir al cabo del día, cosa muy importante, sobre todo cuando vives sola.

Y también está el Skype que me permiten ver a mi hija y nieta que viven en Murcia y me ayuda a no echarlas tanto de menos.  Y los videos que me manda mi yerno por Gmail de la pitufilla. Luego me los veo un montón de veces y siempre sacan de mí una sonrisa.

Así que aconsejo a todas las personas que vivan mi situación que se animen, que se abran a las nuevas técnicas y que no tengan miedo. Por todo esto, doy las gracias a Facebook, Skype, Youtube, Gmail… ¡GRACIAS INTERNET!

Abu Rosi